En pocos días estaremos despidiendo el año 2021, un año que
podríamos evaluarlo como difícil, de pérdidas o complicado.
Tanto el 2021 como el 2020 estuvieron marcados por una
pandemia, que literalmente puso el mundo: “Patas arriba”
Volvamos ahora al 2021 y revisemos: Muertes, desempleos,
divorcios, escuelas cerradas, trabajo desde casa, uso de
mascarilla, miedo y distanciamiento social… Todo lo anterior
produce consecuencias en todas las personas o en la mayoría;
consecuencias que tienen nombres y apellidos se llaman:
Traumas, emociones o sentimientos.
Dependiendo de las herramientas internas con que contemos
estos traumas pueden ser bien manejados o no. Si se poseen
de poca o de baja calidad, pudiéramos necesitar ayuda
profesional, que en ocasiones nos negamos a buscar.
Deseo destacar en este punto que existe un recurso poderoso:
La fe y confianza en Dios.
Te tengo ahora una invitación especial, céntrate en lo positivo
que viviste en el 2021, siendo lo más grande y positivo el
hecho de que llegaste hasta aquí con vida. Sin lugar a dudas
esto es la primera y una privilegiada bendición.
No permitas que finalice el año sin tomar nota de todos los
momentos importantes de tu vida y si puedes hazlo con fecha
y con hora. Realiza una lista que puede ser abierta, escribe
cada cosa que recuerdes e inclusive podrías ir añadiendo.
Lo segundo que harás es agradecer por eso, un
agradecimiento que salga desde el fondo de tu corazón.
Tengo la seguridad de qué lo recibido fue mucho más que lo
perdido, en este aspecto estoy hablando de cantidad, me
refiero a números.
Podrías y esto lo respeto, lo hago de manera muy sensible y
cuidadosa haber perdido seres queridos; mis respeto y
condolencias.
Hacer este ejercicio te colocará
En dos grupos muy especiales:
1er. Grupo: Los que llegamos vivos al 2022
2do Grupo: Los que estamos agradecidos por lo recibido en
el 2021
Únete conmigo para centrarnos en lo positivo del 2021.
Te dejo con la siguiente frase:
“La gratitud neutraliza lo negativo”
Carmen Pimente
12/19/2021
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